viernes, 24 de febrero de 2017

¡Corre! Te deja el tren.

He llegado al 3er piso, como dicen por ahí.



Este día lo espero desde hace mucho, pues tenía una curiosidad antropológica, y quizá un poco mitificada sobre lo que era llegar a los 30.  Lo primero que quería validar era aquello de “te dejó el tren”, “te está dejando el tren”, “el tren pasa una sola vez en la vida”.

Hoy me paré temprano, fui a la estación, me senté paciente, estaba sola en este lugar. A los pocos minutos me embargó la duda, y empecé a preguntarme: ¿será que llegué tarde? Con razón muchos me decían que el tren estaba por dejarme. ¡Lo perdí! ¿Y ahora qué hago? ¿Me voy a otra estación? Igual creo que esta estación debería tener algún tipo de señalización; no es posible que no tengan horarios, programación o información en Internet -ahí está mi cerebro lógico racional haciéndose cargo, como siempre…

Algo dentro de mí, quizá mi lado emocional, tenía el presentimiento de que no todo estaba perdido. Este me decía que aguardara un poco más. A los poco segundos, al fondo se escuchaba una locomotora ¡Gracias a Dios esperé! Una vez más la duda se apoderó de mí: ¿Y si no se detiene? ¿No tengo ticket, me dejarán subir? ¿Será ese mi tren? ¿Debo esperar algún otro?

¡Que nervios! Cada vez lo veo más cerca. Lo que antes era una silueta ahora tiene forma y sentido. Pero otra vez la duda ¿Y a dónde va ese tren? ¿Y si me subo y me lleva a donde no quiero ir? ¿Va al norte o al sur? Todos me dijeron que debía subir, pero… ¿Realmente quiero subir? Está más cerca y aun no decido, que angustia, necesito más tiempo para poder decidir. Acabo de recordar que no traje ropa extra, ¿Cuánto durará este viaje? ¿Servirán comida? Debí traer algunos snacks.

¡Llegó! ¡Llegó! No me dejó, como decían algunos. Un caballero muy elegante se baja y extiende su mano, me saluda, sabe mi nombre y para mi sorpresa, es él quien tiene las preguntas:

-          - ¿Srta. Díaz, esta vez desea conducir ir de acompañante o pasajera?

Sin pensarlo dos veces respondo:- ¡Voy a conducir!- El hombre sonriente me habla:

-    - Siempre elige conducir. Recuerde que de vez en cuando puede elegir ser pasajera y disfrutar del paisaje.

Un momento ¿Cómo que siempre? ¿Ya he estado aquí antes? El hombre amablemente responde:
-          
      - Usted y su memoria.

Enseguida le pido explicaciones. Amablemente este hombre me explica:

-     - Srta. Díaz, no parecen cosas suyas. Desde el día uno de su cumpleaños número 18 le dimos la bienvenida al tren, desde siempre ha decidido ser la conductora. De vez en cuando hace paradas para que sus seres más preciados ingresen como copilotos. ¿Recuerda cuando compró su primer carro? Ese día paramos en la estación de La Victoria, subió su padre se sentó a su lado y junto a usted llegaron a la siguiente estación. El día que decidió ampliar la cabina recuerdo claramente que buscamos a su madre, revisaron los controles, y juntas validaron el nuevo asiento, desde entonces sube cada tanto José Manuel, quien por cierto debería cortarse el cabello.

Ahí le pido se detenga y le exijo que no intente subir de copiloto al tren de José sin previa autorización – Entrega su disculpa apenado y continúa con el relato, yo, poco a poco, empiezo a recordar, más que eso, logro atar cabos. Por lo que veo, el tren de siempre (el que ya conozco) es el mismo del que hablaban algunas personas, sin embargo, ahora entiendo menos, ¿Cómo me iba a dejar el tren si siempre he estado montada en él? Pregunta obligada para mi acompañante, quien sonríe y me dice:

-           - ¡Estos 30 te tienen olvidadiza! Esas personas son las que hemos llamado: los eternos pasajeros o los siempre transeúntes. Los primeros son aquellos que temen ir de conductores, siempre eligen la cabina de pasajeros y a mitad del camino quieren colarse en la cabina del copiloto del tren de alguien más.

¿Y los siempre transeúntes? Ríe pícaramente y  me comenta:

-               -   Esos son los que siempre están sentados en la estación, pero no llegan a subirse en el tren.

¡Susto! ¿Entonces si existe la posibilidad de que el tren deje a una persona? Menos mal, estuve a tiempo. Esta vez ríe a carcajadas y responde:

-         -  No, no se suben porque no quieren, tienen el tren al frente y el anfitrión abajo les extiende la mano una y otra vez. Aquí, entre nosotros, los compadezco.

¿A los siempre transeúntes? Ahora casi llora de la risa.

-        -   No, a los transeúntes no los compadezco porque son ellos quienes toman la decisión, mi compasión es hacia los anfitriones que tienen 20, 40, 50, 60 años abajo del tren con su mano extendida y su cara sonriente. ¡Deben tener los brazos acalambrados! Con su mirada fija en el transeúnte temeroso que no logra colocarse de pie, muchos logran dar algunos pasos, pero al estar a centímetros de las escaleras se quedan petrificados, por cierto el tren no se moverá hasta tanto no lo ocupen, es por eso que nunca "te dejará el tren"…

Ahora lo recuerdo, poco a poco voy entendiendo, vienen a mi mente las paradas que he hecho, cuando he bajado la velocidad o cuando he tenido que acelerar, recuerdo no solo a los copilotos, vienen a mi mente los invitados, aquellos que siempre traen consigo algo que luego dejan en el tren, los técnicos en reparación, los decoradores, los capacitadores e incluso los sanadores, quienes lo pintan con sus colores, e incluso los que deben bajar en la próxima estación porque mi tren no es el lugar donde deben estar.


Con razón este tren cada vez es más largo. ¡Por fin lo entiendo todo! 

Dedicado a todos los conductores de trenes, en especial a mis Ángeles y a las Smartgirls.
Agradecimientos a Mr. Rubén Kot y Doña Milagros Quintero. ¡Gracias por su revisión! No me maten por el tratamiento.

María Victoria. Hoy el día de mis 30.

viernes, 2 de diciembre de 2016



“Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas.”

Esta frase le es atribuida a Albert Einstein, en muchas ocasiones he escuchado frases como “desde que llegó internet los alumnos se limitan al copy & paste” “la tecnología tiene cosa buenas, lo malo es que la gente no lee” “los jóvenes parecen zombis, eso es culpa de la tecnología”, ante distintos pensamientos, me pregunto ¿Será cierto que la tecnología afecta de forma directa el proceso cognitivo de las personas? Y para mí la respuesta es un inmenso SI.

Ahora bien, así como todo en este mundo tiene carga positiva y negativa (basta con ver la forma más simple de la materia, protones y electrones) la tecnología no escapa de esta realidad, ¿De qué depende? Simple, del uso que le des. La tecnología puede ser un habilitador de los procesos cognitivos en cualquier entorno, o no.

El eslabón perdido…
La forma cómo procesábamos información tiempo atrás es obsoleta para los Milllennials ¡Ese chico no suelta el móvil, no veo que tome un libro! En muchos países (sobre todo los sub desarrollados) no se observa una mayor evolución en el sistema educativo desde la generación X, más allá de haber incorporado ordenadores a las aulas de clases, buen avance, sin embargo no es suficiente, es por ello que pareciera haber un eslabón perdido en la evolución de la educación, por lo que una generación de jóvenes digitales no se adapta al sistema ¿O es el sistema lo que debería adaptarse a ellos?


Inteligencia Cognitiva

La inteligencia artificial ya no está sólo en películas, desde hace algún tiempo viene sonando la inteligencia Cognitiva de grandes fabricantes como IBM, dónde a través de la línea de productos de Watson ofrecen un acercamiento a la informática cognitiva que creímos estaba lejos, habilitadores tecnológicos pueden ser utilizados en muchos campos, sin embargo ¿De qué forma pueden estos desarrollos aportar algo a la evolución de la educación? Las generaciones X Y somos el sándwich en esta historia, pues quedamos en medio de esa línea del tiempo, siendo así podemos ser los protagonistas y dar parte a esta evolución, el eslabón somos nosotros.

Te presento mi idea – Una crítica sin acción no tiene valor

Hoy la empresa Smartbase Group, abre un concurso de ideas para sus colaboradores o como nos gusta llamarnos los SmartB, SBG apoyará a las 3 mejores ideas para que sean desarrolladas en el 2017, siendo así tendré la oportunidad de llevar a cabo algo que tengo en mente desde hace algún tiempo. Objetivo de mi idea:



Mi prototipo de llama Insight Trainer, y permite identificar el tipo (kolb) y canal de aprendizaje de la persona, busca en su base de datos el tutor que mejor se podrá relacionar contigo y el tipo de entrenamiento que debes tomar para un tema en específico, además tiene la posibilidad de aprender por lo que a medida que pasa el tiempo evoluciona en efectividad, incremente patrones de relacionamiento e indica que formas entrenamiento debes tener en un base de datos.
Si te gustó la idea y quieres apoyarme, regale 2 like en los siguientes twitt.




domingo, 24 de julio de 2016

Un líder, practica la escucha con sus seguidores.





Mucho se lee sobre las diferencias entre escuchar y oír, la intensión de este post no es profundizar en ello, pero sí en otras palabras que nos pueden dar una visión más amplia sobre cuales son aquellas características que evidencian la escucha plena de un líder.

Escuchar "para" vs escuchar "a"

Escuchar “para” se trata de la escucha que tiene como finalidad obtener algún tipo de información, con el objetivo de construir algo con la misma, se está esperando la respuesta del transmisor a fin de utilizar sus palabras para algo.

Escuchar "a” está asociada a la escucha sincera y comprometida, donde solo importa lo que quiera expresar la otra persona, esta carece de interpretación propia del receptor. Esta es la escucha que se espera del líder.

Estar atento vs anticiparse

Estar atento es la capacidad de esperar la apertura del interlocutor, ante lo que quiera expresar, se trata de la disposición del líder de percibir en el momento indicado lo que se está transmitiendo.

Se anticipa cuando se supone lo que el otro va a decir o expresar, es llegar a conclusiones antes de tiempo, interpretando aún con falta de información. Si nos anticipáramos menos, nos ahorraríamos más de un problema.

Extraer vs dirigir

Extraer refiere al hecho de hallar información, separándola de su origen, la misma ya se encuentra en el seguidor, y la idea del líder debe ser siempre buscarla, a través de preguntas, de la comprensión y del acuerdo mutuo.

Dirigir se trata de la influencia que pueda tener una persona en el recorrido de algún camino, donde se indica cual es la ruta a tomar y los pasos que se deben dar, está asociada a la influencia y persuasión.

¿Por qué escuchar?

Con la escucha ocurre algo interesante, nuestros cerebros son capaces de procesar entre 350 y 700 palabras por minuto, mientras que nuestra capacidad de hablar se sitúa entre 130 y 150 palabras por minuto, ¿esto qué quiere decir? Nuestro cerebro busca ocupar ese tiempo “ocioso” con pensamientos sobre situaciones pasadas: eso que menciona me recuerda… futuras: mañana debo entregar el informe que me pidieron, al salir de aquí voy a … presentes: juicios.

Es por ello que debemos concentrarnos en la escucha plena y la observación, cuando prestamos atención a la corporalidad, tono de voz, expresiones involuntarias, entre otros, nuestro cerebro está procesando información y concentrados en la escucha. El reto está en escuchar a la vez que prestamos atención a lo que sucede con nuestro interlocutor.


Gracias por leerme, si te gustó puedes seguirme en mis redes sociales 
TW: @procesarte INS: @procesartes



domingo, 26 de junio de 2016

Un líder, es un buen seguidor...



¡Hola mundo!

Inicio este blog con la frase predilecta de cualquier persona que en algún momento se haya topado con la oportunidad de escribir una línea de código, acá estoy como ingeniera en mis primeras líneas y como estudiosa de las competencias “blandas” (dícese de aquellas áreas antónimas a las carreras “técnicas”, que para mi terminan siendo más difíciles y complejas que el estudio de las matemáticas… El comportamiento humano). Quien me conoce diría que soy una ingeniera con cara de psicóloga…

Este primer artículo nace de la necesidad personal de listar las características de un “buen líder”, entre comillas porque acá yace mi punto de vista, ¿Qué determina el adjetivo calificativo de un líder? ¿Sus seguidores? ¿La efectividad de sus resultados? ¿La consecución de sus objetivos? ¿Qué lo hace? Podemos pasar horas enteras determinando el origen del “bueno” o “malo” inclusive crear polémicas sobre si ciertos líderes del mundo están de un lado u otro. Lo cierto es que listare las características que desde mi experiencia tiene un buen líder… Al menos lo que me ha funcionado.

Quien pretenda ser un buen líder sin antes haber sido un seguidor, se está saltando un escalón, pues siendo seguidor te puedes dar cuenta del lugar que ocuparan las personas que te seguirán, conocer cómo sienten y cuáles son las expectativas de alguien en un lugar determinado. Siendo seguidor te podrás dar cuenta de qué esperas de ese líder y empezar a trabajar desde ahí.

Diagnostica: ¿Qué debo hacer para ser el líder que yo mismo seguiría? Desde las respuestas a esa pregunta inicia el modelaje, si ya tienes el rol pregúntate ¿De la forma como actúo hoy día, siendo yo otra persona, me seguiría? ¿Mis colaboradores, si pudieran elegir a otra persona para dirigir el equipo, lo harían?  ¿Qué admiras de tu líder?


Si hasta ahora no tuviste la oportunidad de ser un seguidor ¿Qué esperas?